Carta para mi primogénita
Alba María:
Con certeza hoy Cinco de Enero 2016, puedo afirmar: ¡que rápido pasa el
tiempo!, aun me parece que fue ayer que te vi por primera vez, la emoción de tu
llegada a mi vida no se puede describir, no hay poeta que logre apalabrar la
exaltación de mi corazón, la alegría de mi alma, y mis pensamientos más
sublimes de aquel cinco de enero del 2005; todos mis miedo se esfumaron, eres
la bebita más hermosa y sana que mis ojos habían logrado ver por primera vez,
eras tan pequeñita que temía dañarte, y por tanto desde aquel día solo deseo
acobijarte en mi pecho, te veía tan indefensa que un sentimiento de
resguardarte del mundo me inundó, hasta el momento; y estoy consciente que de
ahora en adelante solo seré tu compañera de viaje; no para intervenir, sino
para apoyarte, ofrecerte mi mano y viajar juntas como compañeras de vida; para
ofrecerte cálidamente los pocos aprendizaje que he tomado de la vida, si así lo
deseas.
Sé que naciste para lograr lo que te
propongas y que eres gigante de corazón, que tienes valentía y nobleza de sobra
en tu alma, que eres muy inteligente y como si fuera poco, eres una
bendición de Dios hecha mujer.
Me has convertido en madre, le has
dado sentido a mis días, si de transcendencia se trata, eres la luz que ha
hecho transcender mi ser, me has dado un motivo, y no es que no lo tuviera
antes de tu llegada, es que antes, no eran tan genuinos como hoy, mi presente y
futuro tienen color y fuiste tú quien aquel cinco de enero se lo comenzó a dar.
Eres mi Alba,y todo lo que significa un amanecer.
Te amo con mi vida reina de mi
corazón, Eres una bendición de Dios y es por ello que siempre le pido a Dios
que guíe tus pasos y te continúe acompañando y cuidando. Y para ti, mi único
deseo que continúes amando a Dios sobre todas la cosas, todo lo demás vendrá
por añadidura, tal como lo expresa la Biblia. Te amo inmensamente mi pequeña
gigante, mi hermosa primogénita.
Mamá
Derechos reservados ©
Comentarios
Publicar un comentario