¡Yo tengo la razón!
¡Yo tengo la razón!
Uno de los motivos que nos hace perder la paz y nos contamina nuestra alma
de resentimiento, es querer tener la razón. Pareciera que tener la razón es la única
manera de demostrar nuestra inteligencia y capacidades de razonar.
Sin embargo, ¡Cuidado! La razón quita la paz de quien la desea
vehementemente, muchas veces caemos en discusiones efímeras con tal de ganar y
tener la razón. Por tener la razón muchas personas son capaces de desear el mal
y hasta de maldecir, y es cuando escuchamos frases como “ojala te pase…. Para
que te des cuenta que es verdad lo que te digo”, “tu vas a ver, te darás cuenta
que yo tengo la razón y después no te quejes”.
Lamentablemente, hasta en las vías públicas, observamos a la gente peleándose
porque ambos creen tener la razón, y peor aún también nos perdemos de compartir
momentos únicos con personas amadas porque su conversación favorita es tener la
razón.
Quitarse esa atadura de querer tener la razón no es fácil, nos han hecho
ver que la razón lo es todo, pero lo que es todo es llegar a acuerdos, a
diálogos de aceptación y compresión, compartir con las personas que amamos. Si
no es posible llegar a acuerdos, recuerde que cada quien tiene su verdad, y que
la única verdad absoluta la tiene Dios, nosotros solo tenemos puntos de vista
¿Qué puedo hacer si debo compartir con personas que le gusta tener la razón
y no estoy de acuerdo? Respire profundo y cambie el tema, ya usted sabe que no
va a llegar a ningún acuerdo, si la persona insiste, mejor quédese en silencio,
de igual manera, las personas cuando luchan por tener la razón no entran en
acuerdo. Evitemos la tentación de caer en conflictos que nos roban la paz.
@nancyfarias1
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